LOS PILOTOS

 

 VIC ELFORD  Official website: http://www.vicelford.com

Comenzó a correr rallies en Inglaterra, donde había nacido en 1935. Al principio como acompañante de pilotos particulares y luego en equipo con Davis Seigle Morris. En 1961 se prueba como piloto y debuta con un Morris-Cooper con el que participa en diversas carreras de circuito.

En 1962 volvió a los rallies como piloto de DKW. Poco más tarde pasó al equipo oficial Ford, marca con la que obtuvo el índice de performance en el Tour de France y ganó la categoría Turismo en la Coupe des Alpes

En 1966 se fué a Porsche, marca con la que se cansó de ganar rallies, incluído el famoso Rally de Montecarlo. Así los dirigentes de la parte deportiva de la fábrica le ofrecen un prototipo para participar en la Targa Florio, y el inglés no los decepciona. Gana simultáneamente el Campeonato Europeo de Rallies

En 1968 forma equipo con Pedro Rodriguez para correr los Costin-Protos de Fórmula 2 y Cooper Maserati le brinda un auto con el que hace esporádicas apariciones en F1.

En 1969 corre un Cooper para Colin Crabbe, coche que dejó de lado por un McLaren M7B y con ésta máquina se accidentó en el Grand Prix de Alemania. Con Porsche recoge sus más satisfactorios triunfos: con un 911 vence en el Rally de Montecarlo de 1968; ése mismo año con un 907 gana las 24 Hs. de Daytona, y con un debutante 908 triunfa en Nürburgring y en la Targa Florio

En 1970 repite el triunfo de Nürburgring con Kurt Ahrens como copiloto.

En 1971 volvió a repetir el triunfo en Nürburgring teniendo esta vez a Gerard Larrousse como copiloto y con un Porsche 908/03. La misma pareja se impuso en las 12 Hs. de Sebring a bordo de un 917.

En F1 fué piloto del Equipo Yardley-B.R.M. , y en la Copa CanAm participó con el Chaparral 2J durante 1970 y con un Mc Laren M8E.

Por el Challenge Europeo de Prototipos de hasta 2 litros participa con un Lola T212.

Al retirarse Porsche de las competencias en 1971, Elford firmó contrato con Alfa Romeo, marca con la que debutó en 1972.  

Sus actuaciones con Porsche 917 pueden resumirse en:


VIC ELFORD : DEBIL ES LA CARNE

 Reportaje de la revista Automundo Nº 299 del 09 de Febrero de 1971 - pag.54 

"Mi hobby es el sexo".

Una leve sonrisa se dibuja en sus labios cuando habla de las mujeres. Se trata de una mueca con "flema inglesa"; es por ello que el cigarro de hoja no se inmuta y permanece estático en la comisura de los labios de Vic Elford, inglés de 35 años, casado, padre de dos hijos.

Durante su visita a Buenos Aires se lo vió vestido con traje celeste, camisa azul, corbata rosada y mocasines brillosos.

Pese a su llamativo atuendo y a su edad, que denota arrugas en su rostro de hombre adulto, el prejuicio del sexo no deja de aparecer solapadamente en todas sus conversaciones.

 

Pero Elford no es un "viejo verde"; aunque mire a todas las mujeres que pasan a su lado, ya que se trata de algo que "...siempre fueron mi debilidad...".

Es un tema que jamás abandona; no obstante, no olvida a sus hijos. Respecto de ellos confiesa que: "no afectaron en nada mi desempeño de corredor profesional".

Comenzó hace unos quince años compitiendo como copiloto en un rally. Como no tenía dinero para pagarse el placer de correr, debió alejarse temporariamente del automovilismo.

"En 1962 decidí manejar en serio, y en el '67 me convertí en un auténtico piloto."

Ya por ése entonces la firma de Elford se jerarquizaba con membrete que decía "ingeniero civil", título que orgullosamente llevaba desde que se inició en el automovilismo profesional.

"Como tenía que hacer algo, me recibí. Después, con algún dinero, me dí el gusto de correr".

Correr es para Vic una pasión que los años no han podido destruir. Aunque no siempre los resultados son los mismos. Lo importante para él, es estar detrás del volante.

"Pero la verdad es que no he cambiado. Siempre tuve un sentimiento: ganar. Si me limitaran ésta posibilidad la verdad es que no correría. Desde que estoy en Porsche nunca tuve problemas en ése sentido. Largamos sin determinar quien será el triunfador. En la carrera se definen las posiciones; lo importante es que gane la marca".

Sin embargo, no hay duda de que los tiempos han cambiado para Vic Elford. Sus cualidades como piloto siguen indemnes, pero los años se van haciendo sentir. Por ejemplo, dejó prácticamente de lado la F1. Cuando alguien le habla del tema, con astucia de veterano suele eludirlo..

"Creo que es una fórmula donde, con buena voluntad, podremos encontrar en el mundo una decena de hombres que superan la calificación de buen piloto. Ahora bien, si ustedes los periodistas, que andan por todos lados, van por allí y le preguntan a los interesados, es seguro que encontrarán más de 500 que les contestarán que son extraordinarios. Se trata de un complejo similar al que tienen los norteamericanos. Ellos se creen muy buenos competidores, mucho más grandes de lo que son y para mí, la mayoría no pasa del nivel de principiantes".

Elford suele subestimar al automovilismo de Estados Unidos, al que considera totalmente inferior comparado con el europeo.

"Se trata de algo diferente. A los norteamericanos les gusta correr en ruta. Creo que son buenos pilotos, pero para coches standard, aunque pueden contarse con los dedos de las manos".

Si bien es cierto que Elford afirma haber estado mucho tiempo en EEUU, nadie puede dudar de que, pese a ello, mira las cosas con demasiada parcialidad.

Durante su visita a la Argentina, que fué para competir, daba más importancia a una conquista donjuanesca que a los autos. Pero en la pista demostró estar en condiciones de figurar en el pelotón de los punteros. Desgraciadamente, esa pedantería que lo caracteriza le impide que sus cualidades naturales se concreten.

Vic Elford, sintetizando, es un buen piloto, con mucha experiencia, condiciones, oficio, pero con un gran defecto: subestimar en demasía a todo aquello que no integre la comunidad europea. Cuando habla con un argentino, lo mira de reojo, con el labio inferior torcido hacia la izquierda en una actitud que el porteño suele llamar "sobradora". Seguramente, una personalidad que prejuzga a los latinos como seres infradotados.

Con todo, no pierde la vidriera y concede "...five minutes" para una breve entrevista. Claro está, la cosa se alarga, incluso mas allá de media hora, pero... una rubia pasa por la puerta del hotel y la frase de Vic que escapa tras ella, queda inconclusa.


Más sobre Vic Elford 

 Comentario sobre Vic Elford aparecido en la Revista Corsa Nº248 del 19 de Enero de 1971, pag.24 

Inglés, ganador de infinidad de rallyes, entre ellos el famoso Rally de Montecarlo, ex hombre de la Fórmula 1 con la última versión del Cooper Maserati en la temporada '68 y con un McLaren M7A particular en la temporada '69. militante sin descanso en la troupe de los Sport Prototipos y piloto de Toyota cuando los japoneses tuvieron su momento de fulgor en el Grupo 7, este veloz ex-empleado de correos ha logrado imponerse no solo en circuitos veloces como Daytona, sino tambien en aquellos en que sus condiciones de gran "manejador" podían establecer mayores diferencias frente a sus rivales, como en la Targa Florio y los 1000 km. de Nürburgring.

De estatura mediana y contextura flaca pero fuerte, con alguna canas prematuras y alguna arruga en el lugar justo, vistiendo no llamativamente pero sí algo "fancy" y contribuyendo a la imagen con toscanitos de aspecto rudo pero aroma dulzón, Vic Elford redondea la imagen popularizada de su compatriota Tom Jones, de poco buen mozo pero "pintón", a lo que añade simpatía, gentileza y buen humor.

"No podré correr lamentablemente, la carrera de F1 que se hace aquí (en Argentina) -nos comentaba- pero es posible que tenga un auto muy bueno para este año en el campeonato.. Ya he conversado con la gente de Brabham al respecto porque me llamaron para establecer los días de prueba en cuanto se arreglen todos los contratos".

"Como por el momento no hay ningún compromiso firmado entre la Brabham y las compañías de neumáticos y demás, no sé si en definitiva coincidirán con los míos; de ello depende mi inclusión el team. Pero por lo menos tengo la enorme satisfacción de que por fin se hayan acordado de mí para ofrecerme un auto de punta en esa categoría en la que tantas esperanzas he tenido y que hasta ahora me ha dado tan poco".

Si es que de alguna manera se puede comparar el manejo de los SP con el de los F1, por lo visto en los 1000 km. de Buenos Aires, en comparación con otros, Elford no sólo se vé muy apto para F1, sino que puede pegarle un susto a más de cuatro. 


 

ACTUACIONES

Año Carrera Equipo Auto Posic. Pareja
1968 Daytona 1
1969 Daytona Porsche 908 02/LH Ab Redman
1969 Sebring Porsche 908 02 7 Attwood
1969 Brands Hatch Porsche 908 02 2 Attwood
1969 Monza Porsche 908 02/LH 16 Attwood
1969 Targa Florio Porsche 908 02 Solo pract
1969 Targa Florio Porsche 908 02 2 Maglioli
1969 Spa Francorchamps Porsche 908 02/LH 3 Ahrens
1969 Nürburgring Porsche 908 02 3 Ahrens
1969 Le Mans Porsche 917 LH Ab Attwood
1969 Watkins Glen A.G.Dean Racing LTD. 908 02 2 Attwood-Dean
1970 Daytona Porsche Salzburg 917 K Ab Ahrens
1970 Brands Hatch Porsche Salzburg 917 K 2 Hulme
1970 Monza Porsche Salzburg 917 K Ab Ahrens
1970 Targa Florio Porsche 908 03 Ab Herrmann
1970 Spa Francorchamps Porsche Salzburg 917 K 3 Ahrens
1970 Nürburgring Porsche Salzburg 908 03 1 Ahrens
1970 Le Mans Porsche Salzburg 917 LH Ab Ahrens
1970 Watkins Glen Porsche Audi USA 917 K 4 Hulme
1970 Zeltweg Porsche Salzburg 917 K 4 Attwood
1971 Buenos Aires International Martini 917 K Ab Larrousse
1971 Daytona International Martini 917 K Ab Van Lennep
1971 Sebring International Martini 917 K 1 Larrousse
1971 Brands Hatch International Martini 917 K Ab Redman
1971 Spa Francorchamps International Martini 917 K Ab Larrousse
1971 Targa Florio International Martini 908 03 39 Larrousse
1971 Nürburgring International Martini 908 03 1 Larrousse
1971 Le Mans International Martini 917 LH 21 Larrousse

POLE POSITIONS

Año Carrera Equipo Auto
1969 Le Mans Porsche 917 LH
1969 Watkins Glen A.G.Dean Racing LTD. 908 02
1970 Monza Porsche Salzburg 917 K
1970 Le Mans Porsche Salzburg 917 LH
1971 Daytona International Martini 917 K
1971 Targa Florio International Martini 908 03

 

Las historias del profesor Vic Elford, el hombre que amaba la lluvia 

Reportaje aparecido en el sitio www.prototipos.net el 7/6/2002

 

Vic Elford

       

Por: Octavio Estrada.

Las 24 Horas de Le Mans significan siempre el reencuentro con muchas de sus leyendas, y una de ellas es el británico Vic Elford, quien sin haber logrado la victoria en la clásica de La Sarthe sobrevivió a la época dorada de los Sport Prototipos.

Antes de llegar a Mulsanne, la larga recta Hunadières muestra una ligera desviación hacia la derecha: “Aquí llegábamos a unos 360 kilómetros por hora y bajo la lluvia era una sensación fabulosa…”

Quien habla es Vic Elford. Han pasado tres décadas y al pasar por el referido lugar hay en su rostro y en su voz cierto dejo de emoción. Nos encontramos en la ruta que conduce de Le Mans hacia Tours, trayecto que toma poco más de una hora quince minutos, rutina que durante la semana de la edición 69 de las 24 Horas ha de realizarse día y noche ante la imposibilidad de conseguir un alojamiento más cercano. Pero el cansancio, la distancia y el tráfico pasan a segundo plano cuando servimos de ocasional copiloto a uno de los volantes más polifacéticos de la historia, vencedor en toda clase de categorías durante los años sesenta y comienzos de los setenta, vivencias y anécdotas inimaginables a la fría seguridad del automovilismo moderno.

Y como no podía ser de otra manera, las conversaciones con el que ha sido en los últimos cuatro años el coach de la corredora venezolana Milka Duno, hicieron menos pesado cada uno de los viajes, relatos que pasan desde el rallismo, la Fórmula Uno hasta los Sport Prototipos.

 

Porsche 917 - Vic Elford - Daytona, 1971

Nacido en Inglaterra en 1935, Victor Elford, mejor conocido con el diminutivo de Vic, estuvo a punto de debutar en el fútbol profesional luego de marcar 42 goles en 22 partidos en las divisiones inferiores, pero prefirió dejar el balón cambiándolo por la velocidad en los caminos de tierra al volante de un pequeño DKW. Sus resultados le ganan en 1963 un contrato con Triumph, marca que abandona al año siguiente para ser piloto oficial Ford, consiguiendo, entre otras figuraciones, un tercer lugar en el RAC de ese año, junto a quien sería su inseparable copiloto, el también británico David Stone.

- Makinen, Toivonen, Aaltonen, Carlsson, Waldegaard, pareciera que pasan las épocas mas no el predominio nórdico ¿Han cambiado mucho los rallyes de entonces a los de la actualidad?

“Básicamente conservan el mismo principio y espíritu. Más allá de los adelantos tecnológicos, obviamente existe mayor inversión de los constructores, es mucho más profesional, hay más seguridad, tal vez ahora las pruebas son más cortas, pero la relación entre el piloto y su navegante sigue siendo la clave de la victoria. Rauno Aaltonen, Pauli Toivonen eran magníficos pilotos, así como el italiano Sandro Munari o el polaco Sowieslav Zasada, aunque mi mejor amigo era Timo Makinen (el papá de Tomy). Con él disfrutábamos dentro y fuera de las pistas, un tipo genial”.

- En los sesenta, rallistas consagrados como Lucien Bianchi, Gerard Larrouse, Vic Elford, saltan a los circuitos cerrados, ¿cómo se produjo el cambio?

“A fines de 1965 dejé Ford y firmé con Porsche para la temporada 1966 y al año siguiente conquisté el Campeonato Europeo de Pilotos de Rally (equivalente al Mundial de hoy), con victorias en Alemania, el Rally de los Tulipanes y el de Ginebra, aunque mi mejor victoria recién llegó en 1968, cuando me impuse con el 911 en Montecarlo. Era la primera vez que Porsche ganaba allí, yo salí desde Varsovia y recuerdo particularmente la última noche en la etapa del Turini. Dos semanas después viajé a Norteamérica y gané las 24 Horas de Daytona con un 907 junto a Jochen Neerspach. Mi relación con la casa de Stuttgart me había permitido debutar en la clase Sport en 1967, con el 910, participando en la Targa Florio, los 1000 Kilómetros del Nürburgring y en las 24 Horas de Le Mans, con el 906, donde arribé séptimo y primero en mi categoría junto al holandés Ben Pon”.

- En el Campeonato Mundial Sport se enfrentaban Ford, Porsche, Ferrari, Alfa Romeo, marcas que ponían en pista a los mejores pilotos en carreras de larga duración a ritmo de gran premio (en 1968 Jacky Ickx peleaba el Mundial de F1 con Ferrari ¡y corría con Ford en Sport!, mientras en Nurburgring 1970 los Prototipos mejoraron los tiempos de los F1 del año anterior), ¿había una preparación especial para una competencia como Le Mans?

“Porsche hacía simulaciones de 24 horas en su pista privada de Weissach y aunque no disponían de los recursos que tienen ahora equipos como Audi, nada se dejaba al azar. Para las carreras cortas o de mil kilómetros, los motores los llevábamos a 8800 RPM, mientras en las pruebas largas el régimen empleado no superaba las 8600. Mi contrato con la fábrica era de diez mil marcos alemanes por temporada, más gastos y premios de carrera y con eso nos conformábamos. En las 24 Horas de 1968, con el prototipo 908, nos descalificaron en la octava hora al cambiar el alternador, pero en 1969 debutó el 917, el mejor carro que haya conducido aunque también el más difícil, con un potente motor 4.5 litros, 12 cilindros flat refrigerado por aire. Ese año fue el último con la clásica largada tipo “Le Mans”, y recuerdo que Jacky Ickx cruzó la pista caminando, en protesta por lo que consideraba como un procedimiento peligroso. Rolf Stommelen hizo la pole con el otro 917, pero desde la tercera hora tomé la punta en pareja con Richard Attwood y nos encaminábamos hacia una victoria aplastante, teníamos como ocho vueltas de ventaja, pero en la hora 21 comenzaron los problemas con el embrague y debimos abandonar a dos horas del final. Claro que nadie se acuerda de ello sino de la llegada de Ickx con el Ford y Hermann en el Porsche…”

- Celebra a lo grande en clásicas como Daytona, Targa Florio, Nürburgring, Sebring, pero a pesar de dos récords de vuelta en 1969 y 1970, Le Mans seguía siendo esquiva para Quick Vic (sobrenombre que le dio el sueco Eric Carlsson)…

“En 1970 también hice la pole position pero no tuvimos suerte, aunque finalmente los Porsche de otros equipos obtuvieron el primer lugar. Ese año se filmó la película de Steve McQueen y en mi carro colocaron una de las cámaras. En aquel entonces lográbamos 360 kilómetros por hora de velocidad de punta con el 917 cola larga, marca que permaneció hasta 1984; hubo una ocasión después de un cambio de pilotos, que solía tardar unos 25 segundos, en que no quedé bien sujeto a los cinturones y en Hunadieres abrí la puerta sujetándola con una mano, con la piernas llevaba el volante y con la otra mano me ajustaba las correas... En la del 70 nuestro carro se retrasó al principio, después, en la noche y en el piso mojado logré descontar hasta dos vueltas a los líderes, veníamos segundos, pero la máquina no aguantó. El 71, en el Porsche-Martini junto a Larrouse peleábamos la punta pero un problema en el motor nos dejó sin oportunidad. La temporada siguiente cambiaron los reglamentos y Porsche dejó la categoría, y así corrí con Alfa Romeo, mientras en 1973 conseguí el sexto lugar absoluto con un Ferrari Daytona GTB4 y la victoria en mi clase, junto al francés Claude Ballot-Lena, otro rallymen. Sería mi mejor figuración, luego volví en 1984 en un Rondeau junto a la francesa Anne Charlotte-Verney”.

- Jugando un poco con la fantasía, si en aquel entonces se hubiese asignado el título mundial de conductores para máquinas Sport (como se instauraría en 1982), Vic Elford habría conseguido el campeonato de 1968, Jo Siffert el del 69 y Pedro Rodríguez en 1970 y 1971 en pareja con Leo Kinnunen, ¿Quiénes fueron los mejores?

“Jackie Ickx, Pedro Rodríguez y Jo Siffert eran verdaderos maestros en el arte de la velocidad. Con el único con quien compartí el volante fue con Siffert, logrando el primer puesto en los Mil Kilómetros de Nürburgring de 1968, la primera de las tres que tuve en el circuito que más me gustaba. La pista me cautivó desde mi victoria en el Maratón de la Ruta de 1967 (¡84 horas de carrera!) con Porsche y luego me impuse dos veces más en los 500 Kilómetros para máquinas Sport de 2 litros en 1970 y 1971; en total triunfé en seis ocasiones en las montañas del Eiffel, ganándome el trofeo Caracciola y el título de “Maestro del Ring”. Pero mi mejor victoria, después del Rally de Montecarlo, la obtuve en la Targa Florio de 1968 al lado de Umberto Maglioli. Sus 72 kilómetros eran un reto y sin dudas mi experiencia en rally me ayudaban a recordar detalles valiosos para emplear en cada curva. De mis coequiperos, puedo decir que jamás tuve problemas con ninguno, teniendo entre otros a Kurt Ahrens y a Helmut Marko en el team Porsche Austria”.

 

Vic Elford - Cooper-BRM - GP Italia,1968

Fórmula Uno, asigantura pendiente

- Hablemos de la máxima categoría. Debutar con un cuarto lugar y concluir adelante del campeón del mundo no es algo normal…

“Yo tenía ganas de ensayar en F1 y un día de primavera de 1968 John Cooper me invitó a Silverstone donde estaban los Cooper-BRM. Al concluir la sesión quedó tan sorprendido como satisfecho y me ofreció correr en el Gran Premio de Francia en el circuito de Rouen, si bien nunca antes había participado en una carrera de monoplazas. Como ocurrió durante toda mi carrera, nunca tuve que poner dinero y en aquella ocasión me ofrecieron 200 libras (unos quinietos dólares de hoy). Aunque en clasificación no estuve particularmente brillante, el domingo llovió todo el día ¡y yo amaba la lluvia!. Desde el puesto 18 remonté y concluí cuarto justo delante de Denny Hulme. Fue la carrera donde se mató Jo Schlesser con el Honda, que en el impacto el carro se incendió y nadie pudo extinguir el fuego por la cantidad de magnesio que tenía el chasis”.

- A propósito de esta tragedia, fines de los sesenta fue una etapa particularmente dura, con la desaparición de muchas figuras con Jim Clark a la cabeza, ¿Cómo asumían los pilotos los peligros que les rodeaban?

“Vi morir a muchos colegas y amigos, algo a lo que todos estábamos expuestos. Recuerdo a un muchacho inglés, John Woolfe, quien compró en 1969 uno de los primeros Porsche 917 para correr en Le Mans. Él era un piloto con poca experiencia que efectuó una buena largada y estaba en el pelotón de cabeza, pero antes de cumplir la primera vuelta se estrelló en Arnage y el carro quedó partido en tres pedazos, accidente en el que también se vio envuelto Chris Amon. Durante los entrenamientos de ese mismo año Lucien Bianchi se había matado en un Alfa Romeo 33 y en 1972 se produjo el accidente de Joakim Bonnier, quien desafortunadamente cometió un grave error que le costó la vida. Yo venía a unos cien metros detrás del Lola, cuando quiso superar al Ferrari Daytona del suizo Vetch, pero éste no lo vio porque Jo intentó la maniobra en un lugar imposible, con el resultado que ambos carros chocaron a alta velocidad: el Sport salió volando y se estrelló contra unos árboles, mientras el Ferrari GT explotó y me detuve de inmediato para tratar de auxiliar al piloto que, por fortuna, y sin que lo supiera, había podido salir del carro; cerca de ese lugar había un equipo de televisión que grabó toda la escena, lo que luego me valió una condecoración del gobierno francés, la segunda más alta en su tipo, así como una bella estatuilla de la revista italiana Autosprint. Recuerdo también la tragedia que le costó la vida a Ignazio Giunti, en Buenos Aires 1971. Era una curva rápida antes de entrar a la recta principal, él superó con su Ferrari a un carro que tenía enfrente y no pudo ver al Matra de Jean Pierre Beltoise, quien imprudentemente estaba empujandolo hacia los pits luego de quedarse sin combustible. Yo pasé apenas unos segundos después…”.

- ¿Cómo escapó Vic Elford a tantas situaciones difíciles?

“Por fortuna tuve pocos accidentes y pude sobrevivir a una época tan hermosa como terrible. El peor momento lo tuve en el GP de Alemania de F1 en 1969 en mi adorado Nürburgring: en la primera vuelta de la carrera Mario Andretti se salió de la pista con el Lotus tracción integral y en el choque una de las ruedas se desprendió. Yo venía detrás de Beltoise y pudo esquivar el obstáculo, pero yo no tuve oportunidad y el McLaren que manejaba levantó vuelo. Cuando el carro se detuvo, estaba volcado y mi primera reacción fue la de activar el extintor ya que llevábamos los tanques llenos, pero mi hombro derecho se había fracturado así que lo intenté con el brazo izquierdo, pero no alcanzaba el interruptor: tuve mucha suerte, porque de haber hecho contacto, la máquina habría explotado al producirse un corto circuito… En los entrenamientos de esa carrera se había matado Gerhard Mitter, integrante del equipo Porsche en Sports, en un BMW de Fórmula Dos. En esta categoría no me olvido de un Gran Premio de la Lotería en Monza, donde veníamos en el tradicional trencito en la cabeza del pelotón, y a la mitad de la Parabólica algo se rompió en el Ferrari de Derek Bell, que venía delante de mí: hizo un brusco giro de 180 grados y fue imposible evitarlo porque estaba a centímetros de su alerón; hubo una colisión múltiple en la que se vieron involucradas como diez máquinas, una de ellas, la de Jean Pierre Jassaud, salió volando fuera de la pista, el piloto salió despedido, pero por suerte sólo se fracturó una pierna…”

- ¿Qué le faltó a Vic Elford para ser un piloto ganador en Fórmula Uno?

Nada. Honestamente no me sentí a gusto en los monoplazas y no lo digo porque en ellos no pudiera alcanzar la victoria, sino porque además nunca dispuse de una máquina competitiva. Apenas participé en trece GP y en tres carreras de F2. Por alguna razón que jamás supe explicar, siempre me sentí más a gusto cuando manejaba sin ver las ruedas de mi vehículo. En los Sport fue distinto, corría para una casa oficial y saqué el máximo rendimiento de cada máquina. El Porsche 908 lo disfruté mucho, era una máquina muy ágil, aunque en la lluvia los prototipos carenados eran más confortables. Recuerdo particularmente una edición de los 1000 kilómetros de Brands Hatch, donde llovió sin parar desde el viernes hasta el domingo. Yo tenía como compañero a Denny Hulme y él simplemente odiaba la lluvia y de las seis horas de carrera creo que no llegó a manejar ni quince minutos y el resto lo hice yo. Pedro Rodríguez hacía pareja con Leo Kinnunen y también condujo casi toda la carrera mientras Leo se quedó en los pits. Llegué segundo detrás del mexicano.

- Muchos europeos participaban también en las bien remuneradas carreras en los Estados Unidos, ¿tuvo la ocasión de competir en las 500 Millas de Indianápolis?

“Me lo ofrecieron, había buen dinero, pero nunca lo hice, simplemente porque no me agradaba la idea de correr ante muchos pilotos con mínima experiencia provenientes de las carreras tipo Midget, que buscaban fortuna en la Indy 500. Tuve la ocasión eso sí de hacer en dos oportunidades las 500 Millas de Daytona de la categoría Nascar y en la primera llegué undécimo y la siguiente venía cuarto y me quedé sin combustible faltando dos vueltas… En 1969 lo hice invitado por Bill France, y competí con mi traje especial antifuego, lo que causó risas de todos los americanos, especialmente de Buddy Baker quien me dijo que si pensaba ir al espacio. Al año siguiente, veo a uno de los pilotos locales con un traje similar al mío: era Buddy Baker. Me confesó que en una carrera tuvo un accidente y había sufrido quemaduras y desde entonces siempre pensó en mí. Con los Can Am corrí una vez con el Porsche 917, también lo hice con un McLaren-Chevrolet y logré un tercer lugar en Road Atlanta, y con los Trans-Am gané en Watkins Glen en un Camaro-Chevrolet de Jim Hall con un motor no tan potente pero con estupendos frenos, y claro, la lluvia también me dio una mano. Derrotamos a los Javelin oficiales de Roger Penske conducidos por Mark Donahue y Peter Revson.

 

Jacky Ickx - Vic Elford Le Mans 2001

Montoya será campeón del mundo

- Desde su retiro de la competición en 1974, ha tenido la posibilidad de ver de cerca la evolución del automovilismo deportivo, desde el incremento de la seguridad en pistas y coches, hasta el arribo de la telemetría que revela en detalle el manejo de cada corredor ¿Cuáles son los cambios más importantes en las últimas décadas?

“Cuando competía un error lo pagabas con tu vida. Hoy ese respeto y temor prácticamente ha desaparecido. Las medidas adoptadas en carros y pistas minimizan el peligro, los pilotos arriesgan más, y, algunos, hasta de manera inconsciente superan su propio límite pero sin verdadero talento. Podemos decir que siempre los buenos pilotos van a destacar, existe un buen nivel pero nada extraordinario, a excepción de hombres como Michael Schumacher que siguen haciendo la diferencia, y ahora Montoya. A Juan Pablo lo conocí en la primera oportunidad que hizo la escuela Skip Barber en California, en 1992, tenía entonces 17 años. Apenas dio unas cuantas vueltas y le dije a su padre que ese muchacho iba a ser Campeón del Mundo. Dos años después, en su debut en la Barber Saab Pro Series en las calles de Miami, partía en primera fila y se adelantó a su posición, por lo que hubo de repetirse la salida lanzada; en la segunda ocasión arrancó de manera perfecta y consiguió la victoria bajo la lluvia. Cuando llegó a los pits y le pregunté por qué había roto la formación me respondió: quería poner nerviosos a los demás... Tiene una personalidad y un dominio absoluto del medio fuera de lo común. Otro piloto que tiene un futuro enorme es el brasileño Antonio Pizzonia”.

- En los últimos tres años ha trabajado junto a la piloto venezolana Milka Duno, quien de las carreras de aficionados en su país pasó a competir en Le Mans, ¿satisfecho con el progreso de su alumna?

“Cuando conocí a Milka no tenía noción acerca de las carreras de autos, advertí su potencial y su interés en aprender, comenzamos a trabajar juntos y los resultados son evidentes: su rápido ascenso no me sorprende en lo absoluto, ya que yo le enseñé... Nunca antes había sido mánager de algún piloto y mi intención es convertirla en la mejor piloto del mundo, es un reto, incluso que supere a grandes damas del volante como Lella Lombardi o la fascinante Marie Claude Beaumont. Son pocos los pilotos que en tan poco tiempo han sido capaces de dominar un prototipo de 550 caballos como lo hizo Milka en Le Mans, lástima que no tuvo suerte y la lluvia lo arruinó todo, pero ella continúa trabajando para mejorar y ahora afronta un reto superior con el Panoz-Mugen de la clase LMP900 al igual que con el F.Nissan. Milka es muy testaruda, como yo – precisa -, y tiene un espíritu muy competitivo”.

Vic Elford reside en Florida y cada vez que acude a una pista en los Estados Unidos o en Europa debe atender a cientos de admiradores que reconocen al gran campeón, y, tal como comprobamos por los estrechos caminos de la campiña francesa, a sus 66 años recién cumplidos el talento al volante se mantiene inalterado (velocidades tope se mantienen en secreto). Su versatilidad queda confirmada al ser el único de los grandes campeones de rallye en imponerse en la velocidad (Walter Rohl lo intentó aunque sin tanto éxito), mientras los británicos debieron aguardar hasta la llegada de clan McRae o los Burns para tener un especialista en la elite del rallysmo internacional. Dotado de una memoria prodigiosa para recordar detalles y sucesos, el “profesor Vic” también ha destacado como escritor y son clásicos sus libros acerca de conducción deportiva, especialmente dirigidos a los clientes Porsche, marca con la que mantuvo un estrecho vínculo como imagen e instructor.

De momento, la septuagésima edición de las 24 Horas de Le Mans están a punto de comenzar y, como todos los años, Vic Elford estará presente como una de las personalidades de lujo que forjaron la historia de la competencia de larga duración más importante del mundo. Lo único que deseamos es que no vuelva a llover como el pasado año, porque nadie, a excepción de Mr. Elford en sus tiempos, disfruta el manejo en lluvia a 300 km/h.

 

 

 

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