HISTORIA

TEMPORADA 1971 (Parte III-1)

 

   

 BALANCE LUEGO DE LAS CUATRO PRIMERAS CARRERAS DEL AÑO   

 Nota aparecida en la Revista Parabrisas Corsa Nº261 de Abril de 1971 bajo el título: 

ALERTA PORSCHE!

Acostumbrados a manejar la especialidad a su antojo, los imbatibles Porsche han dejado de serlo un poco, y la principal razón no reside únicamente en el acoso cada vez mas constante de las marcas italianas, sino tambien en fisura organizativas dentro de los propios equipos oficiales. 

El triunfo de Alfa Romeo en Brands Hatch y las excelentes performances de las Ferrari de distintos tipos pueden ser razones de peso para un cambio de esquemas que permita a los alemanes seguir dominando Sport Prototipos.

La impresión que nos dejaron los no muy lejanos 1000 km. de la Ciudad de Buenos Aires parecen ir desvirtuándose un poco con el paso de las siguientes carreras del Campeonato Mundial de Marcas.

Sería necio decir que Porsche se vino abajo porque Alfa Romeo haya ganado los 1000 km. de Brands Hatch, pero se nos ocurre que ha llegado el momento de decir que la marca alemana no está funcionando este año como lo hizo en los dos anteriores.

En Buenos Aires el equipo Martini no funcionó ni por asomo como correspondía a su deber de escuadra oficial, y salvo el corto show conductivo de Vic Elford, no se pudo contar con este team para ir a buscar los puntos. El Equipo Wyer-Gulf-Porsche, tambien oficial pero más conocido por sus éxitos que el International Martini ganó la carrera y el segundo puesto con relativa facilidad, pero dando la impresión de haber tenido muchos mas problemas que el Alfa que salió tercero, superado solamente en velocidad por los autos celestes.

La partida de los autos hacia América del Norte dejaba tras de sí la idea aparentemente inequívoca de que los Porsche de Wyer zarpaban hacia un nuevo, cómodo campeonato, y de que los pequeños problemas sufridos en Argentina habían sido casualidades de un mal día y nada más. Sin embargo Daytona se encargó de desmentir en parte esa creencia. No solo la organización no era tan perfecta como se creía en los dos equipos de Porsche, sino que los pilotos se entregaban a una guerra de fricciones, taponamientos y autazos contra sus rivales y entre sí, que daban por tierra con toda táctica serena propuesta desde boxes para una carrera de 24 horas. 

Esta novedad no solo provocó una serie de reacciones similares en la pista por parte de otros conductores, amen de airadas denuncias y pedidos de desclasificación -sobre todo contra el cada vez mas impulsivo Rodriguez-, sino que tambien atentó contra la integridad de los autos, que ya a mitad de carrera estaban totalmente remendados y ganaron de casualidad esa carrera despues de estar detenidos durante mucho tiempo en boxes. 

Sebring no fue menos en materia de escandaletes. En el reparto de galletas esta vez intervinieron Rodriguez, Siffert, Elford, Donohue y unos cuantos tipos más que circulaban por la pista. La presencia de la Ferrari 312P de Andretti-Ickx y el mejor tiempo de Donohue con la Ferrari 512M de Penske parecían haber alterado los nervios a todo el mundo y los tapones y "toquecitos mágicos" volvieron a estar a la orden del día. El único que sobrevivió más ó menos entero el match fue el 917 de Elford-Larrousse, y ése fue el que ganó; pero es innegable que de haber seguido la 312P al tren que venía cuando abandonó, hubiera sido imposible ganarle.

En Brands Hatch terminó de cortarse el fino hilo que mantenía en marcha la racha de triunfos de Porsche. Mientras los dos equipos oficiales se sacaban los pedazos entre sí, los teams italianos seguían en la tónica de progresar paulatinamente en base a trabajo, perfeccionamiento en la organización de boxes, en las tácticas y en los autos mismos.

El corto, difícil circuito inglés, demostró hasta que punto Wyer y Martini habían sido alcanzados en esos aspectos por los pequeños prototipos de tres litros. Stommelen fue durante dos días de práctica el más rápido de todos con el Alfa Romeo 33/3 y ni Ickx con la Ferrari podía mejorar su tiempo. Recién con la llegada de Regazzoni -que fue quien marcó el mejor tiempo en la clasificación- y con una serie de arreglos en la única 312P oficial, se pudo superar por un par de décimas el tiempo de clasificación de Stommelen, aunque ambos se daban el gusto de superar por primera vez con cierta amplitud a la horda de 917's con De Adamich-Pescarolo intercalados con otro Alfa en la segunda fila.

La carrera se desarrolló bajo una lluvia torrencial, y relatar paso por paso el aquelarre de paradas, patinazos, roturas y demás factores que accidentaron la prueba no conduce mayormente a nada. lo único cierto que hay que puntualizar es que entre los dos Alfa Romeo y la Ferrari vencieron incuestionablemente a los Porsche, y ojo, no encontraron la carrera -ahora hablando específicamente de los ganadores De Adamich-Pescarolo- sino que la ganaron en buena ley, dejando segunda a la 312P de Regazzoni-Ickx como escollo delante del mejor Porsche (para el caso Siffert-Bell).

Esta es la obra de Pedro Rodriguez. Mas o menos siempre corrió en éstas condiciones en las últimas tres carreras, a causa de los indiscriminados autazos que propina a quien no respete su status

El ganador en Sebring, el 917 "Martini" de Elford-Larrousse. Ellos fueron los únicos que no querían entrar en el juego de los "toquecitos", pero fueron chocados por un rezagado.

Una barbaridad de pinta y una eficacia que asusta. La Ferrari Sunoco (512S transformada en M) que manejaba Mark Donohue. Andaba más rápido que los Porsche en Daytona y Sebring. Otra víctima de Rodríguez.

Durante el resto del año no será fácil seguir venciendo a los Porsche en las carreras que faltan, pero convengamos que de seguir así las cosas, el Mundial de Marcas no será este año el "robo" que fue en los años 69/70. 

En principio habrá que aprovechar al máximo los dos modelos que Porsche posee para distintos tipos de circuito, tanto el 908/03 tipo Targa como las tres variantes de 917 (convencional, cola larga y tipo"K"), para que la marca siga al frente en la especialidad. pero por sobre todas las cosas, los equipos que tienen la representación oficial deberán rever sus libretos en la faz táctica y organizativa, y más aún en los aspectos disciplinarios. Posiblemente Wyer podría haber ganado todas las carreras disputadas hasta ahora en 1971 de no ser por la actitud de sus pilotos. que aparte de estar muy "en estrellitas" y olvidar que éste campeonato no consagra figuras sino a las marcas que pagan a sus pilotos por una labor eficiente, ignoran tambien en gran parte los reglamentos, haciéndose penalizar por estupideces como la de Siffert, que fue castigado con muchas vueltas por ir a los boxes a buscar nafta en una moto.

Desde el punto de vista de los espectadores y seguidores de la especialidad en todo el mundo, la cosa está mas linda que nunca, ya que en parte parece haberse acortado mucho el abismo que separaba en otros tiempos a la eficacia de Porsche por sobre la improvisación latina.

La Ferrari 312P en manos de hombres avezados como Andretti, Regazzoni é Ickx, se perfila como una ganadora a corto plazo, y será especialmente digna de verse la trenzada entre los tres litros de las tres marcas en la Targa Florio y en Nürburgring

Alfa Romeo ha conseguido en Brands Hatch un legítimo triunfo que venía buscando desde hace cuatro años, en base a paciencia y trabajo. El incentivo de este éxito puede impulsarla a pelear con menos miedo contra los monstruos alemanes. 

Los 1000 km. de Monza que se corren a fin de mes, parecen inclinarse a favor de Porsche por la velocidad de su trazado. Esperemos unos días para seguir ésta polémica, que aunque con ciertas claras ventajas de salida a favor de la marca campeona, no parece ser cosa terminada ni mucho menos.

El auténtico peligro rojo: la Ferrari 312P, que ha punteado en todas las carreras que intervino y que no pudo terminar por diversos factores. Si le encuentran el punto como a los F1, Ferrari puede pasar al frente

 

   

 QUINTA CARRERA: 1000 KM. MONZA

25 de Abril de 1971

SINTESIS DEPORTIVA

Porsche fué a ésta carrera con ánimo de revancha y con los esfuerzos puestos en definir el campeonato. 

Tras una reunión en la Casa Porsche en Stuttgart con los directores de sus equipos, se estableció una estrategia para que no se repitieran los problemas, sobre todo organizativos que venían aquejando a los equipos desde hacía dos ó tres carreras.


#3 Elford-Larrousse y #4 Marko-Van Lennep
(Foto cortesía de Philippe Moriniere)

Promediando la competencia, Vic Elford se escapaba en la punta con un ritmo que hacía presagiar que no duraría mucho en esa situación. Finalmente rompió el motor de su 917 y Siffert heredó el liderazgo. 

También "Seppi" tuvo que detenerse tiempo después por culpa de una pinchadura de neumático y ello permitió que Rodríguez se hiciera del triunfo. Segundos Siffert-Bell y detrás los tres Alfa Romeo siempre al acecho. 

El 917 del Gulf-Wyer de los ganadores Rodríguez-Oliver en plena
tarea de reabastecimiento. Observar la cantidad de gente prestando
atención al accionar del equipo. (Foto cortesía de Philippe Moriniere) 

El Porsche 917K #4 de Marko-Van Lennep. Abandonaron en la vuelta 60 poco despues de cumplirse el primer tercio de competencia, por problemas en la tapa de cilindros (válvula de admisión). La Ferrari 512 #8 de la Escudería Filipinetti estaba tripulado por Parkes-Bonnier y abandonó, por problemas de motor, en la vuelta 30. Foto colaboración de Enrique Guerrero

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Vic Elford y Gerard Larrousse debieron abandonar en la vuelta 44 a poco de iniciarse la prueba.

Tandem de los dos 917K del Wyer- Gulf

Willy Kauhsen y Reinhold Jöst compartieron este 917K del Team Auto Usdau, con el que arribaron en el séptimo lugar a 10 vueltas de los ganadores.


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