LE MANS: EL FILM DE STEVE McQUEEN

 

"Le Mans: El Film"  - Ver
Nota aparecida en la revista Corsa Nº 1847

"Le Mans: McQueen en Rojo" - Ver
Artículo de Dennis Asselberghs del Dossier Michel Vaillant:
McQueen, El Hombre que Amaba las Máquinas. 
Traducción de Gabriel Portos Minetti

"Steve McQueen at Le Mans"- Ver
Página publicada en el website http://www.lastinterceptor.info/influencesbot6.html 
(Disponible solo en inglés)

"Le Mans"- Ver
Página publicada en el website http://www.automodelismomagazine.com/pagina_lemans.htm 

LE MANS: EL FILM

Una nota referida al film "Le Mans" apareció bajo el título "Le Mans: El Film" en la revista argentina Corsa,  número 1847 de Diciembre de 2001. 

Sugiero visitar el Website de la Revista 

A continuación, se transcribe textualmente dicha crónica:

 

Hace treinta años el gran actor de Hollywood, fanático de los Sport Prototipo, no solo actuó en la película sobre las 24 Horas de 1970... ¡sino que también las corrió!

La pasión de un hombre por las carreras de larga duración se convirtió en una de las películas mas famosas del automovilismo. Hablamos de Steve McQueen, consagrado actor de Hollywood, que cristalizó la ilusión de correr el mayor clásico de los autos Sport, con la gran satisfacción, además, de hacerlo como actor y como piloto. El recordado actor eligió la edición de 1970.

La película integra la trilogía de culto del automovilismo. La mas grande por lejos, es y será Grand Prix (1966) con la actuación de James Gardner, y la tercera y menos conocida en nuestro país es Indianápolis, con Paul Newman, otro actor que también corrió en Le Mans. Actualmente es propietario de uno de los mas importantes equipos del CART. No se incluye en ésta evaluación a "Fangio", un maravilloso documental sobre la vida del genial balcarceño.

El film de McQueen es, según la opinión generalizada, la más auténtica de las tres. Claro que las películas que forman la trilogía difieren nítidamente de otras como "Viva Las Vegas" con Elvis Presley, "Días de Trueno" con Tom Cruise, quien encarna a un piloto de Nascar, ó la más reciente "Driven" (que en Argentina se llamará "Alta Velocidad") con Sylvester Stallone sobre un CART.

LA  PELICULA

Las 24 Horas de Le Mans es una de las más prestigiosas carreras del mundo y casi una obligación para los que quieran entender el automovilismo y su fascinación. El director fue Lee H. Katzin, Robert E. Relyea el productor ejecutivo y Jack Reddish el productor.

Fue realizada por Solar Production para National General Pictures y distribuida por Cinema Center Films.

La película comienza de una manera extraña; no hay diálogo durante los primeros quince minutos. Luego, de a poco, comienza la acción, secuencia por secuencia. El director fue muy astuto en la utilización de herramientas y el argumento se abre al espectador gradualmente. Uno de sus mayores méritos ha sido la manera en que logró plasmar los rituales de los pilotos antes de subirse a su auto. En ese punto, un relator ficticio toma el lugar de un narrador. Su voz exclama los aspectos que uno debe conocer para comprender las 24 Horas.

Arriba: un pasaje de las 24 Horas de Le Mans de 1970 con un Porsche 908 al frente, seguido por una Ferrari 512S y un Matra 650. Abajo: Steve McQueen posa con el Porsche 917 del team Gulf de John Wyer, con el que corrió Le Mans en la ficción. En realidad, con un 908 con asistencia oficial con una cámara en la trompa, llegó octavo en 1970

Cuando faltan cinco minutos para largar, la secuencia se aparta con las primeras vistas de la calle de boxes en las 24 Horas reales. El ojo apenas puede seguir la rapidez de la sucesión de imágenes. A su vez, la música marca el ritmo, e instantes antes del gran momento del inicio de la prueba, el batir de la percusión se convierte en el latido de la carrera. A las cuatro de la tarde la bandera de Francia aparece enorme en la pantalla para dar la señal de largada. El espectador espera la acción, pero sin embargo todo aparece congelado. Los tambores suenan y presagian el comienzo mientras la acción está suspendida. Los segundos transcurren y parecen una eternidad. Por fin los motores comienzan a rugir; la película y la carrera han comenzado.

UNA PASION LLAMADA LE MANS

Hacer un film sobre las 24 Horas fue idea del mismísimo Steve McQueen. El mismo fue tan turbulento como el propio McQueen y el libreto fue corregido muchas veces hasta adaptarse perfectamente al actor. McQueen comenzó su preparación para Le Mans con otra carrera de larga duración, las 12 Horas de Sebring. Eligió un clásico de su país, de la mitad de duración de Le Mans, que corrió con un Porsche 908, a pesar de tener una pierna rota. Gerd Schmidt, mecánico de la casa de Zuffenhausen, estaba muy preocupado por la suerte del flamante prototipo. "Nunca hubiera creído que pudiera correr alguien con una pierna enyesada", dijo luego el mecánico alemán. ¿Cómo logró hacerlo el actor? Simplemente golpeando el acelerador. No era el modo mas ortodoxo de correr, pero al menos sus sueños comenzaban a convertirse en realidad.

En la legendaria carrera, McQueen también corrió con un 908 que compartió con Herbert Linge. El Porsche tenía una curiosa toma en la trompa, en la que había una cámara que pesaba 67 kilos. El resultado deportivo fue auspicioso: llegaron entre los diez primeros, en un honroso octavo puesto que, ciertamente, hubiera sido mejor de no haber llevado esa carga extra y por las paradas adicionales en boxes para cambiar los rollos de película.

 

Sin embargo, para la filmación, McQueen aparece al volante de una réplica de los Porsche 917 celeste y naranja del equipo Gulf Porsche de John Wyer, similar al que en la realidad compartieron Jo Siffert y Brian Redman. Además la satisfacción para McQueen fue mayor ya que en ese año Porsche ganó por primera vez en Le Mans, con un 917 a cargo de Hans Herrmann y Richard Attwood.

Linge tambien manejó en las secuencias desarrolladas en el circuito fuera de la carrera. llevó cuatro meses filmar el material de estudio. Fueron 10.000 metros de película de los cuales se utilizó la cuarta parte. El film fue estrenado en 1971, justamente año en el que Porsche ganó Le Mans por segunda vez consecutiva.

El actor, caracterizado como piloto oficial del team Gulf-Wyer. Irónicamente Porsche ganó Le Mans en 1970 y 1971 mediante la gestión de otros equipos.

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Michael Delaney haciendo la muy famosa seña con dos dedos a Erich Stahler. Se dice que ésta seña representaba a la que se hacían entre los arqueros de la antiguedad, despues de tirar muchas flechas, para indicar que todavía los tenían a los dos. Otra versión indica que Delaney muestra los dos dedos, para evitar mostrar solo el dedo mayor, lo que hubiera significado tal vez una censura.

OBSESION PERFECCIONISTA

Para McQueen todo debía ser lo más realista como fuera humanamente posible. Llevar los autos a fondo, incluso cuando el libreto indicaba un duelo rueda a rueda con un Porsche 917, y lograr la maniobra de sobrepaso tal como en la carrera real no era ciertamente fácil. "Para conseguirlo, le sugerí hacerlo a menor velocidad", recuerda Linge. Pero McQueen, quien según el mecánico de Porsche era un perfeccionista, le respondió: "De ninguna manera. Vamos a hacerlo como corresponde, aunque nos lleve un mes para lograrlo"

Steve McQueen tuvo una digna actuación como piloto en la realidad. Aquí con el recordado Peter Revson, con quien compartió un Porsche 911 en varias carreras de GT

McQueen estaba obsesionado con el rodaje, listo para arriesgarse a fondo. Le gustaban todo tipo de máquinas: "Soy un loco por las máquinas", decía.

EL NO DE DON ENZO

Para la película fueron comprados once autos de carrera y se alquilaron otros catorce. El personal que actuó incluyó un equipo oficial de Porsche, como apoyo profesional y técnico y 200 extras. Sin embargo, la anécdota mas interesante ocurrió cuando Enzo Ferrari fue consultado para solicitarle su colaboración. Por entonces la casa de Maranello competía tanto en Fórmula 1 como en Sport Prototipo. La reacción fue un no rotundo, como era de esperarse del Commendatore cuando supo que en la película no ganaría una Ferrari, justamente en tiempos en que su máximo rival era Porsche.

 Entonces la empresa encargada de la producción compró los imprescindibles autos rojos. Así pudo tomar cuerpo el personaje de Erich Stahler, encarnado por Siegfrid Rauch, quien al volante de una Ferrari 512S sería el rival directo de Michael Delaney, nuestro héroe del Porsche 917K.

El actor alemán solía contar una confesión de McQueen: "Steve siempre me decía '¿Sabes Siggi qué es lo más peligroso de correr? Cuando no estás concentrado.' Es algo que me atemorizaba. Pero cuando yo mismo estaba detrás del volante solo pensaba que era algo fantástico y quería ir cada vez más rápido."

FANTASIA Y REALIDAD

En las carreras reales siempre está la presencia femenina y en las "24 Horas" estuvo a cargo de Elga Andersen. En una sola escena se plasma la vinculación del mundo del cine con el del automovilismo. Si bien el diálogo es ficticio, puede servirle a muchos pilotos para explicar su vocación. Elga le pregunta a McQueen, con voz desesperada, una de esas cosas que las mujeres nunca entenderán: "¿Por qué para ustedes es tan importante manejar más rápido que ningún otro?". Y Delaney le respondió con certeza: "Hay muchas cosas en la vida que se hacen mal. Por eso es tan importante hacer algo bien. Para nosotros, correr es vivir. Los períodos entre carreras son sólo tiempos de espera."

El gran actor, que murió prematuramente a los 50 años, bien pudo haber elegido la tradicional carrera de Indianápolis. Sin embargo, su fervor por la más legendaria de las competencias de Sport lo llevó a elegir Le Mans. Tiempo después Steve McQueen habló sobre su película: "Es un film honesto, y dudo que vuelvan a hacer otro como el". Con su actuación dejó uno de los mejores logros del automovilismo para la pantalla grande. Ciertamente nadie hizo otra que reflejara con tanta trascendencia el fantástico mundo del máximo clásico de resistencia.

 

Una vida con dos pasiones

Steve McQueen nació el 24 de marzo de 1930 en Beech Grove, Indiana. Su carrera es el típico ejemplo del sueño estadounidense. Nunca conoció a su padre y su madre tambien lo dejó siendo él muy joven.

Se crió en la granja de un tío en Missouri, donde vivió hasta los doce. En 1947 se alistó en los marines. Justamente durante unas maniobras en el Ártico su barco encalló y varios marines cayeron al mar; McQueen se zambulló en el agua helada y salvó a cinco compañeros. Se fue de los Marines en 1950. Luego ganó dinero jugando al poker y estudió, becado, actuación en el Herbert-Bergoff Drama School y el Actors Studio. Sus películas como "El Gran Escape", "Nevada Smith", "Bullit" (la secuencia manejando un Mustang impuso la moda de las persecuciones de autos) y "Papillon" (foto) son auténticos clásicos. Su pasión por las motos y los autos existía mucho antes que su éxito. Tuvo tres esposas: Neile Adams, Ali McGraw y Bárbara Minty. Con la primera tuvieron a Chad (varón) y Terry (mujer), que murió en 1998 a los 38 años.

Steve McQueen fue una superestrella en el amplio sentido de la palabra. Murió el 7 de Noviembre de 1980 de mesotelioma, una rara forma de cáncer de pulmón. Hoy es admirado e imitado por muchos actores, pero ninguno pudo igualarlo. 

 

 

Producción: Gustavo C. Arsuaga

Fotos: Prensa Porsche y Archivo CORSA

"Le Mans: McQueen en Rojo" - Ver
Artículo de Dennis Asselberghs del Dossier Michel Vaillant:
McQueen, El Hombre que Amaba las Máquinas. 
Traducción de Gabriel Portos Minetti

"Steve McQueen at Le Mans"- Ver
Página publicada en el website http://www.lastinterceptor.info/influencesbot6.html 
(Disponible solo en inglés)

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