HISTORIA

 CAN AM SERIES 

Lola 

(Texto de FoxM)

Ahora los conocemos más por su participación en la Indy, (en donde estuvo participando Michael Andretti y otros). Lola ha construido muchos tipos de chasis a través de los años que lleva viviendo, y fueron los que más chasises aportaron al mundo de la CanAm.

Seis carreras se llevaron a cabo en la primer temporada de la CanAm. Cinco fueron victorias para el Lola T70: Mark Donohue, Dan Gurney y John Surtees, quien ganó tres de las competencias, incluida la carrera de apertura en St. Jovite, Québec, el 11 de septiembre del 66, además de llevarse el campeonato. Donohue y Surtees los movía un Chevy V8 – que se convirtió en el único motor de la serie –, mientras que Gurney ganó una carrera con el único motor diferente a Chevy (un Ford) en haber ganado una competencia en toda la historia de la serie.

El T70 fue muy popular. Se construyeron más de 100 entre 1965 y 1967 y era muy aerodinámico y atractivo para la época. Su primera versión fue la Mk2, con chasis en aluminio y de líneas muy redondeadas.

1966 fue el año del Lola T70, ya que en el 67 Surtees no pudo retener el título, se hicieron dos actualizaciones al diseño. La última fue el T70 Mk3B.

En el 68 apareció en la serie el T160, pero como el Equipo Surtees no siguió como el equipo “oficial” de Lola, decidieron crear su propia versión: el Lola T160 TS (por Team Surtees). Una modificación fue un ala muy alta en la cola del auto. (Las alas traseras fueron diseñadas para el equipo Chaparral y Jim Hall. Se usan para generar fuerza hacia el suelo y mantener el auto en el piso). El poder para los Surtees y casi todos los demás equipos vino por medio de un Chevy 427.

Eric Broadley, fundador y diseñador de Lola, describió el T160 como un T70 mas simple, fuerte y liviano. Las mejores posiciones fueron un par de cuartos puestos para el T160 y un segundo puesto para el T70.

Para el 69, Lola sacó el T162 y el T163, pero nunca ganaron una carrera, solo tres tercer puestos y un segundo puesto con un T163.

Mientras que Lola vendió el T165 (la versión actualizada del T163) en 1970 para el público, Carl Haas y su equipo consiguieron un T220 para su piloto Peter Revson. El T220 solo duró media temporada ya que fue reemplazado por el T222. El T220 y el T222 eran idénticos excepto por la distancia entre ejes que aumentó de 88 a 98 pulgadas. Estos modelo eran diseños completamente nuevos, heredando realmente poco de sus predecesores Lola. Las mejores carreras de Revson fueron un segundo puesto y dos terceros puestos, pero otros Lolas más viejos terminaron entre los 6 primeros en casi todas las carreras.

1971, el año de la resurrección Lola. El súper campeón mundial Jackie Stewart estuvo al frente del nuevo y radical T260. El T260, en vez de tener una nariz ancha, muy pegada al suelo y muy puntiaguda, como la tenían los anteriores Lolas T (y muchos de los autos de la CanAm), revolucionaba el diseño con una nariz muy corta y redondeada. La teoría era que una nariz de estas características ayudarían al T260 a tener un efecto bala y al poco tiempo de salir se le apodó entre los aficionados como el T260 “bullet”. Ese “efecto bala” quiere decir que teoricamente el auto debería cortar el viento desde arriba y no en el piso, mandando el aire hacia abajo del auto a una mayor velocidad, obviamente mucho más liviano y por lo tanto no ejercería tanta fuerza hacia arriba. Esto hacía el T260 mucho más maniobrable y muy estable, sin importar si las condiciones aerodinámicas cambiaban (como las turbulencias, el cambio de presión o la llegada a curvas cerradas). Mientras este auto se desarrollaba, se colocaron algunas veces (en pistas de alta velocidad) alas delanteras para aumentar el Downforce o agarre al piso. Stewart aseguró una pole, un fastest lap, dos de diez carreras en el puesto más alto del podio, y un tercer puesto en el campeonato.

Así como el 71 fue un buen año para Lola, el 72 fue un regreso a la caída. El T310 se separó completamente del T260. El T310 era mucho más largo, mucho más bajo y mucho más ancho, con una nariz casi plana (excepto por el guardabarros). Aunque fue desarrollado usando un túnel de viento, el proyecto T310 comenzó tarde, así que no tuvieron el tiempo suficiente para probarlo en pista. David Hobbs, quien lo conducía, terminó cuarto en su mejor momento, pero casi nunca llegaba a un séptimo puesto.

1972 fue el último año para los Lola de la CanAm, y aunque algunos Lola antiguos siguieron corriendo por los dos siguientes años, el T310 fue el último Lola que salió de su fábrica para la serie CanAm.

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